Ciertos colaboradores suelen ser polémicos, extravagantes, maleducados, o incluso inadecuados para según qué programas. Sin embargo, el señor Dragó no solo es alguna de estas cosas, sino que también es una persona con una deteriorada imagen para ciertos programas de actualidad, política, economía, etc. A pesar de ser un escritor y presentador con una larga trayectoria, sus intervenciones más recientes en televisión no han hecho más que quitarle credibilidad en los medios audiovisuales.
En primer lugar, hace unos meses reconocía aborrecer la televisión (en referencia a su paso por Telemadrid), lo cual le hace un profesional poco fiable por criticar aquello que le da de comer. Además, su salida del programa El gran debate de Telecinco fue realmente penosa. Era colaborador habitual del programa y hace unas semanas, en una entrevista que iban a hacerle a él y a su hija por la reciente publicación de un libro, Dragó se negó a ser entrevistado por lo que denominó en algunos medios como "una encerrona" por haber (según él), manipulado lo que decía el libro, aunque el mismo presentador mostró la cita en un primer plano directamente del libro. Esto, evidentemente no le deja como gran profesional, habiendo arruinado una edición de un programa en el que trabajaba.
A parte de esto, en 2010 ya fue notica por haber publicado en uno de sus libros que había mantenido relaciones sexuales con niñas de 13 años en Japón. Evidentemente, el público objetivo de los debates políticos y de actualidad no es el mismo que ve programas del corazón, por lo que la presencia del señor Dragó es cuanto menos desafortunada para un programa del estilo de laSexta noche. De hecho, gran parte del peso de este tipo de programas, al margen del guión y la producción, lo llevan los tertulianos y colaboradores. Los invitados van cambiando, sin embargo, los profesionales suelen permanecer, y una elección equivocada en este campo puede quitar la credibilidad a un tipo de programa que intenta arrojar luz sobre la realidad.
En primer lugar, hace unos meses reconocía aborrecer la televisión (en referencia a su paso por Telemadrid), lo cual le hace un profesional poco fiable por criticar aquello que le da de comer. Además, su salida del programa El gran debate de Telecinco fue realmente penosa. Era colaborador habitual del programa y hace unas semanas, en una entrevista que iban a hacerle a él y a su hija por la reciente publicación de un libro, Dragó se negó a ser entrevistado por lo que denominó en algunos medios como "una encerrona" por haber (según él), manipulado lo que decía el libro, aunque el mismo presentador mostró la cita en un primer plano directamente del libro. Esto, evidentemente no le deja como gran profesional, habiendo arruinado una edición de un programa en el que trabajaba.
A parte de esto, en 2010 ya fue notica por haber publicado en uno de sus libros que había mantenido relaciones sexuales con niñas de 13 años en Japón. Evidentemente, el público objetivo de los debates políticos y de actualidad no es el mismo que ve programas del corazón, por lo que la presencia del señor Dragó es cuanto menos desafortunada para un programa del estilo de laSexta noche. De hecho, gran parte del peso de este tipo de programas, al margen del guión y la producción, lo llevan los tertulianos y colaboradores. Los invitados van cambiando, sin embargo, los profesionales suelen permanecer, y una elección equivocada en este campo puede quitar la credibilidad a un tipo de programa que intenta arrojar luz sobre la realidad.
Aunque expones las razones por las que consideras criticable la trayectoria reciente como personaje televisivo de Fernando Sánchez Dragó, falta que expongas por que su figura resulta desafortunada en el programa “La Sexta Noche”, del que no mencionas ninguna característica general ni tampoco del perfil de los colaboradores que participan en él (das por supuesto que el lector lo conoce, al igual que el significado de PAH: ni una cosa ni otra deben dejar de explicitarse).
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